jueves, 9 de octubre de 2014

“¡Te amo!” “Yo te amo más”

Creí sentir amor por ti,
y que no podrías vivir sin mí.

Creí que era amor real
y no una juvenil terquedad.

Creí vivir en tu corazón
Y que me amabas sin razón.

Puedes pensar que era infantil
ante mis ojos es así.

Recordándote siento ganas de llorar,
deseo soñar contigo,
cuando veo que alguien te hace sonrojar,
pero no sueño mas que El Vacio
la fría y trémula soledad.

Mi corazón,
igual que un agujero negro,
comprime todo en su interior
con tu imagen permanente
en el horizonte de sucesos de mi mente.

Tus labios,
tu voz,
tu tacto,
la soledad me hace añorarlos.
A tu lado quiero regresar
pero solo para tu vida controlar.

“¡Te amo!” decías a mi oído
y yo te respondía sin sentirlo,
“Yo te amo más” alegaba,
pero en el fondo no sentía nada.

Creí querer compartir nuestra vida,
ahora sé que solo era una ilusión mía.

“Te amo”
Quiero creer que no era mentira,
que no solo quería poseer tu vida.

“Yo te amo más”

Porque aun sollozo al recordar que no estas. 

viernes, 15 de agosto de 2014

INVISIBLE

Existe un ser invisible,
carente de cara y voz,
quien usa un viejo espejo
que refleja el vacío del corazón.

El dulce aroma de las fresas,
oculta el silencio de su llanto.
Sellando con finas agujas,
sus trémulos labios.

Se disfraza como un un accesorio,
en apariencia, la copia de alguien más,
pues su alma de fuego,
solo puede ser vista por otra igual.

jueves, 26 de junio de 2014

C-A-M-M

Por las noches veo pasar

los espíritus frente a mis ojos

a través de las paredes desfilar…

Aún logro percibir la esencia de los perdidos

sin que la pueda tocar.


Estiro los dedos casi congelados,

frío, viento y obscuridad me ciegan.

El todo, la nada… me pierdo en el infinito.


Las piernas me sostienen,

avanzo lentamente entre sombras y espíritus

que dejaron en mí recuerdos de calor.

calor que me envolvía y ahora añoro,

un calor que no quiere morir

y se aferra al presente en mis recuerdos.


Avanzo, no me detendré

aunque en melancolía se ahogue mi ser,

aunque el frío recorra mi venas y corte mi aliento.


Los cálidos espíritus siempre me acompañan,

me hacen fuerte, me animan a vivir.

Creo en ellos y ellos en mí.


No me detendré, aunque no sean reales,

aunque sean impalpables recuerdos y añoranzas,

son parte de mí

yo los amo, ellos me aman


y siempre ha de ser así. 

jueves, 29 de mayo de 2014

LECHE CON CHOCOLATE

Una noche te vi, y aun conservó en mi mente aquella silueta despampanante. Tu larga cabellera posaba delicadamente en tus hombros y lo enredabas sensualmente entre tus dedos, esos finos dedos que me idiotizan. Con éxtasis en la mirada desnudaba tu alma. Un alma tan pura que debía ser mía.

Cuando dijiste tu nombre, esa bella voz de Madonna resonó por todo mi ser e implosionó en mi pecho. Tomé tu mano, miré tus ojos color miel y grabé en mi mente cada fino detalle de tu rostro. Tu nariz afilada, tu mirada profunda,  tus labios carnosos, tus mejillas afelpadas como los pétalos de una flor y tu deliciosa piel de chocolate diluido en leche.

Que día tan asquerosamente aburrido ha sido este. Ahí vamos de nuevo con lo mismo. Llegó a la escuela y como siempre llega tarde el profesor ¿Porque nos hace venir a las siete? si él llega hasta que se le hincha la gana. Pero si uno llega tarde nos manda a la chingada ¿no? Me caga levantarme temprano. Luego vas a la cafetería y solo venden comida ahogada en grasa y agua tutifruti de dudosa procedencia. Y para terminar el día te largas a casa, tras ver que no se realizará ninguna peda otra vez.

Esta vida es un bodrio, pasas los días estudiando y partiéndote la madre ¿para qué? Para que un día seas profesionista y pases los días trabajando en un sistema mediocre que solo sorberá tu alma y escupirá una asquerosa masa inservible.

Quizá es cierto lo que dicen. La vida es muy corta para desperdiciarla actuando como supuestamente debes, pero… tampoco me siento a gusto sino cumplo con lo que me piden. Aunque una escapada de la realidad no es tan malo de vez en cuando.

Bueno… heme aquí, no pensaba venir a este bar con mis compañeros, ni que fuéramos tan unidos después de todo. Rara vez charlamos y si lo hacemos es para preguntar por la tarea… ¡Ah! Me siento estúpida aquí hablando sola, siempre soy la invitada radioactiva. Llegó y me pongo a bailar con ellos y se sientan a beber, me dirijo la barra del bar para brindar con ellos y se abren a las mesas ¡tropel de idiotas! ¿Por qué vine a este lugar? Ni siquiera hay chicos lindos con quien darse un buen taco de ojo. 

Veo, veo… no veo nada interesante y ¿Tu? Mi misma voltea tu mirada a la chica que va llegando. ¿Qué es esto? Una chica ha cautivado mis sentidos. No lo puedo creer, ni que fuera lesbiana, aun así… solo con verla creo que podría decirse que valió la pena venir. 

Le hablo, no le hablo, le hablo, no le hablo… que encrucijada. Pues venga, solo quiero saber su nombre. Muy bien, es mi oportunidad se ha quedado sola, me voy a acercar despacito por otra bebida y a ver qué pasa. 

- ¡Hola! ¿Cómo te llamas? – rayos, estoy nerviosa, espero no se haya dado cuenta ¿Qué pensará de que una chica le esté hablando así de la nada? 

- Me llamo Raquel - que hermosa voz tiene, es gruesa y delicada al mismo tiempo - ¿Vienes seguido aquí? 

- ¡Qué va! Viene con unos compañeros de la escuela pero ya se abrieron como siempre. Estaba a punto de irme a casa.

- Qué bueno que no lo hiciste, así pude conocerte – ¡Ha puesto su mano sobre la mía! Que es esto estoy totalmente roja. ¡Que no se dé cuenta, que no se dé cuenta!

- ¿Te gusta bailar?

- No soy muy buena, además ya casi me voy.

- Yo tampoco, pero vamos a bailar, al menos un ratito. Por cierto ¿Cómo te llamas?

- Devora. 

Estoy bailando con una mujer. Bueno no es tan raro el que dos mujeres bailen juntas pero… me siento extraña, la acabo de conocer. No sé qué decirle, ya paso mucho tiempo sin que ninguna diga nada.

- ¿A qué hora te vas? ¿van a venir por ti? – ¿A qué hora me voy? ¿Acaso ya la aburrí? ¿Por qué me sorprendo? Ni que fuera raro que yo aburra a alguien.

- No sé, como a la una tengo que llegar a casa

- Son casi las dos.

- ¿Qué? ¡Rayos! ya me voy entonces

- Espérame te acompaño, voy por mi bolsa – Esta sujetando mi muñeca, quiere ir conmigo ¿Por qué? ¿Será una secuestradora profesional? No soy tan interesante como para que…

- Listo ¿nos vamos? – Mierda que sonrisa más hermosa tiene, no le puedo decir que no.

- Claro - ¿ahora qué? No pasa ningún taxi – si quieres yo me voy sola, tu quédate a divertir.

- No voy a dejar que te vayas sola, para una chica tan linda como tú, es peligroso andar sola – Cree que soy linda

- Y qué me dices de ti, tampoco es seguro que andes sola.

- Nena, no te preocupes por mí. Estaré bien – No puedo decirle que no a esos ojos – ¿Qué te parece si comenzamos a caminar? 

- Claro, no está muy lejos - ¿Qué puedo decirle? No se me ocurre nada.

- ¡Oye! ¿Eres lesbiana? 

- ¡¿Qué?! No ¿Por qué lo preguntas? – ¿Acaso ella… se ha dado cuenta de algo? ¿Qué hago?

- Por cómo me miras, además estas muy nerviosa. 

- Am… perdón yo… no soy lesbiana, pero… yo… am… no puedo explicarlo pero cuando te vi no puede quitarte los ojos de encima. Creerás que estoy loca enamorándome de una chica a primera vista pero yo… - Me ha besado… me está besando, esto… que sensación yo… ella... Por favor no me sueltes

- Discúlpame, no pude evitarlo, mi cuerpo se movió solo… - No me sueltes, por favor – ¿Ya no me vas a hablar? – Quiero hablar pero no puedo ¡No te alejes! – ¿No dirás nada? – Manos ¿Qué están haciendo? No escuchen a mis labios ¡deténganse!  - ¡Dime algo!

- Déjame besarte de nuevo, déjame sentir esos suaves labios con sabor a miel y que tus cálidos brazos me envuelvan dulcemente. Deja que nuestros cuerpos se vuelvan uno de nuevo, por un segundo, un minuto, un instante efímero que se volverá eterno en mi mente

- Sígueme – Esta susurrando en mi oído ¿Qué estoy haciendo? Debo ir a casa, pero quiero estar con ella ¿Porque la sigo? ¿A dónde me lleva? ¿Qué pretende? Estamos en un motel… Mi celular está sonando de nuevo, es mi madre ¿Qué hago?, no se cuantas veces ya ha llamado, debe estar preocupada.

- ¿Bueno? Madre estoy bien… si lo se… madre… no iré a casa… madre... solo te diré que estoy bien… adiós.

- ¿Te regañaron?

- Eso no importa ahora, quiero estar contigo. Aunque nunca antes me haya enamorado de una mujer, no puedo alejarme de ti ahora.

- Debo decirte algo antes de continuar.

- Lo que sea no importa, dímelo después.

- No, debo hacerlo ahora. No quiero que te asustes. Yo tampoco me había enamorado de una  mujer antes, pero no solo es eso… yo… 

- Tampoco tengo idea de cómo vaya a resultar esto…

- Mi nombre no es Raquel  - ¿Le preocupa que no me dijo su nombre real?

- ¿Cuál es?

- … mi… me llamó… Ramón – Su voz… ha cambiado… Ra-món… - ¿No dirás nada? 

- Tienes nombre de hombre, porque… ¿eres hombre? 

- Si… jamás me había enamorado de una chica, estaba totalmente seguro de que era gay y además me gusta vestir como mujer, pero desde que comenzamos a hablar me di cuenta que me gustabas y… cuando dijiste que no eras lesbiana, no se… quise probar y pues... me puse duro cuanto te besé y luego me dijiste esas cosas tan hermosa y yo… quería estar seguro pero… no quiero que te asustes… yo… no sé qué pasará si… 

- No digas más… arruinaras el momento. Solo bésame y comprobemos que esto es real. 

Estuve con ella toda la noche, quiero decir… él. Su espalda es tan tersa, me siento bien abrazándolo. No me dejes, Ramón o Raquel, eso no importa, quiero quedarme junto a ti.

viernes, 15 de marzo de 2013

¡A TU REGRESO!

Ella salio de la habitación y con una sonrisa en el rostro se dirigió a la estación. Llevaba puesto un largo vestido azul, con brillantes en los bordes, y unas zapatillas muy altas.

Fue a la parada del tren con un aire de grandeza, se sentía la mas bella del mundo entero, nadie la igualaba. Una vez en la estación se sentó en una banca a esperar y esperar.

Cerca de dos horas después con la mirada cabizbaja decidió regresar a su casa, donde se sentó en una silla de madera, coloco sus manos en su cara y con furia la rasgo. 

- ¡Que tonta he sido, al haberle esperado llegar, es obvio que jamas regresara a mi! - decía sollozando.

Han pasado dos años desde entonces, ella aun esta deprimida por la soledad que guarda; pero su vida sigue sin detenerse, y no deja que otros sepan de su pena. Sale todos los días con una falsa sonrisa y convence a todos de una felicidad que no existe. 

Un día mientras caminaba por la avenida que la llevaba al colegio donde trabaja, donde desahoga la soledad de su alma, chocó súbitamente contra un hombre ... lo miró ... y su vida giró nuevamente.

- No es posible, ¿cuándo? - dijo exaltada.

- Justo hoy - contestó - iba a tu casa a verte.

De los ojos de ella brotaban lágrimas, mientras lo escuchaba y lo abrazaba enérgicamente.

- Te extrañe tanto - dijo ella, sujetándolo entre sus brazos. Esteban no me dejes de nuevo. Esteban, Esteban.

- No lo haré Joana, Joana, Joana... ¡Joana, Joana. Suéltalo! - dijo un doctor mientras la separaba de un árbol. Su mirada estaba perdida e ida. Balbuceaba, una y otra vez "Esteban" mientras los doctores la llevaban de regreso a su habitación.

LA ELFO Y EL BOTÓN

Hace mucho tiempo en alguna ciudad que no pertenece a este mundo, donde las aves volaban en libertad y los seres fantásticos habitaban las ciudades. Las ninfas danzaban por las empedradas calles y cantaban a coro himnos celestiales.

En esta ciudad había una elfo tan bella como una ninfa, que gustaba de pasear por el espeso bosque que rodeaba la ciudad.

Una mañana mientras recorría el bosque se encontró con una pequeña flor que era todavía un botón de rosa y esperaba abrir. 

La joven elfo se detuvó a observarla con detenimiento, le gustó tanto que pretendía colocarla en su cabello. Cuando acerco su mano para arrancarla escuchó una voz, giró su cabeza buscando de donde provenía, hasta que se dio cuenta que era la flor quien emitía el sonido ...

Confundida acercó su rostro para oír mejor.

-Bella ninfa, no arranques a este humilde botón.
-Quien esta ante ti es una elfo, no me confundas pequeño botón. - contestó con una voz tenue la elfo, casi susurrando.
-Lamento la confusión, no fue mi intención, pero te ruego no arranques a este humilde botón.
-No te arrancare, si me dices porque estas aquí, pudiendo hablar y pedir que te lleven a otro lugar. Aquí puedes morir aplastado por alguien que venga a caminar.
-De estar en otro lugar nunca me habrías visto al pasar y si florezco lejos de aquí nadie mas me podría contemplar. ¿Que caso tiene ser bella sin nadie que te contemple?
- Eres muy arrogante para ser tan pequeño
- ¿No crees que soy hermoso?
- No he dicho eso. Eres muy bello, por eso quería usarte para adornar mi cabello. 
- Muchas gracias, tu también eres muy hermosa. 

"Que botón tan obstinado y arrogante" Pensaba la elfo cada que iba a visitarlo en espera de verlo florecer con la esperanza de que siguiera ahí. Pasaron varios días y cuando por fin floreció el botón, la elfo estaba anonadada por su belleza. Sus pétalos se abrieron ante ella de una forma tan imponente que parecía estar hipnotizada. 

Pese a ello su esplendor se acabo cuando la rama del roble que se encontraba sobre la flor se rompió y destrozó la belleza recién formada. Los pétalos se esparcieron ante el rostro de la elfo, quien en silencio regresó a su ciudad.